Una calidad excepcional: los vinos de Zuccardi de Argentina impresionan a los expertos
En las montañas de Argentina y específicamente en la región de Mendoza, la bodega Zuccardi está elaborando unos vinos que están dejando huella. Capaces de mostrar la personalidad única del terroir del país, estas botellas de alta gama se están ganando el respeto y la admiración de expertos en vino en todo el mundo.
Su creador es Sebastian Zuccardi, que nació en la cosecha de 1980 y inició su carrera en el sector vinícola con la compañía familiar en 1999. Sebastian ha conseguido revitalizar la vinificación en Argentina, aportando un enfoque innovador y respetuoso con la tradición al mismo tiempo.
El foco puesto en los viñedos
Sebastian se formó en agricultura y no en enología, por lo que siempre ha tenido un especial interés en la vid. De hecho, afirma que es más fácil pasar de los viñedos a la bodega que al revés. Desde que está plenamente involucrado en el negocio familiar, ha cambiado la manera de trabajar en los viñedos, la ubicación de estos y también el estilo de los vinos. Considera que su generación, la tercera, ha conseguido adentrarse en el Valle de Uco, dejando atrás los viñedos situados en terrenos de menor elevación.
Inspirado por su experiencia en la elaboración de vinos en Champagne, Sebastian decidió hablar con su padre sobre la posibilidad de producir espumosos, justo lo que le apasionaba. Tras recibir su aprobación, se marcó como objetivo buscar uvas con alta acidez para la elaboración de vinos espumosos. Este deseo de experimentar lo llevó al Valle de Uco, donde ahora tienen diez viñedos.
Además, Zuccardi se ha desmarcado de la tradición al abandonar la crianza en roble. Su última compra de barricas se remonta a 2014. Su nueva metodología apuesta por la fermentación en concreto, más cosecha temprana y menos extracción. Es evidente que los cambios que ha introducido Sebastian han sido exitosos.
Los vinos de Zuccardi son el resultado de su visión de que la Argentina es tanto viejo mundo como nuevo mundo. Explica que la seriedad en la elaboración del vino en Argentina comenzó en el siglo XIX pero no empezaron a exportar hasta la década de los 90. Esto permitió a la industria vitivinícola local desarrollar una identidad muy fuerte.
El origen de la bodega es bastante curioso: el abuelo de Sebastian, constructor de profesión, entró en el mundo del vino de forma casual. Adquirió un terreno y plantó vides con el objetivo de usarlo como una sala de exposiciones para su nuevo sistema de riego. Sin embargo, con el tiempo, se enamoró del vino y decidió dedicarse por completo a ello cuando se unió el padre de Sebastian.
El futuro de Zuccardi parece prometedor, y en él seguiremos viendo cómo se afianza la reputación de los vinos argentinos a nivel mundial. Contando con ingredientes de la más alta calidad y combinando técnicas tradicionales con tecnología y métodos modernos, esta bodega continúa produciendo algunos de los mejores vinos de Argentina.