En el competitivo mundo vinícola, Montalcino está alcanzando cotas notables. La región, reputada por su impresionante producción vitivinícola, ha recibido elogios a nivel global, haciendo gala de sus procesos de producción de calidad y reflejándose en las ventas. Tras un año de crecimiento notable, la región florece, defendiéndose en los mercados internacionales y encontrando una considerable aceptación en los Estados Unidos.
Ventas en alza y reconocimiento internacional
El ejercicio de 2023 ha registrado un crecimiento del 10% respecto al año anterior, suponiendo un total de 230 millones de euros en facturación. Internacionalmente, el 70% de las ventas proceden del extranjero, siendo el principal mercado de importación los Estados Unidos, que generan hasta el 40% del volumen de ventas externo. También se observa un auge en mercados emergentes, como China, Brasil y Rusia, donde las ventas han experimentado un incremento del 15%.
El Brunello di Montalcino no pasa desapercibido a nivel internacional, contando con premios como el otorgado por Wine Spectator, que sitúa a Argiano en la cima del ranking. Es por esto que la presentación del añada 2019 es una reflexión adicional del éxito en la región.
En cuanto a la producción, se destacan los 8 millones de botellas de alto valor que proceden de la denominación, llegando hasta más de veinte si se suma la producción del Rosso di Montalcino. Este último ha visto su superficie de producción incrementarse en 350 hectáreas, señal de viento en popa para la región.
Destaca especialmente un proyecto de investigación en colaboración con la Universidad de Siena y CREA-VIT, destinado a mejorar la calidad del Brunello mediante la exploración y estudio del terroir, las técnicas de vinificación y la viticultura sostenible.
Un ejemplo de la vitalidad comercial de la región es el aumento de la superficie dedicada a la producción del Rosso di Montalcino DOC, hasta alcanzar en 2023 un incremento de 350 hectáreas. Lo que significa un crecimiento del 67% respecto a la superficie previa de 519,7 hectáreas. Esto es muestra de que el éxito de Montalcino no es coyuntural sino el resultado de un desarrollo estratégico y de calidad sostenido en el tiempo.
En conclusión, la denominación Montalcino se mantendrá en el futuro como un punto de referencia en la producción vinícola a nivel internacional.
