Representando una apreciada diversidad en el panorama vinícola, la AOC Pessac-Léognan se distingue por su accesibilidad tanto en degustación como en precio. Su viñedo, cuya historia se remonta a la antigüedad, se encuentra en el corazón de la región vinícola de Graves en el suroeste de Francia. Donde se ubica la bodega más cercana al centro de Burdeos.
Historia y destacados terruños de Pessac-Léognan
Pese a que como denominación Pessac-Léognan fue creada en 1987, su viñedo es una representación antiquísima, reconocido ya en la Edad Media. Engloba a prestigiosas propiedades como el Château Haut-Brion, único Grand Cru clasificado de 1855 fuera de la zona de Médoc; y la finca Château Pape-Clément, famosa desde que su dueño ascendiera al papado en 1305 bajo el nombre de Clément V.
La peculiar geografía y configuración de su terreno añaden otra capa de interés al escenario de Pessac-Léognan. Ubicada al sudoeste de Burdeos, abarca unas 1.600 hectáreas repartidas en diez municipios. Allí, el viñedo convive en simbiosis con los núcleos urbanos, aportando a su carácter un matiz que mezcla lo rural con la ciudad.
Si uno indaga en la composición del terreno, encontrará una amalgama de graves que contiene desde cuarzo y cuarcitas de distintos colores, hasta jaspes, sílex y lidiyanas. Un terreno pobre, según la jerga vinícola, que obliga a la viña a buscar nutrientes y agua en las profundidades, aportándole características peculiares al vino resultante.
Un viñedo clasificado y diferenciado
Los vinos de esta denominación se elaboran principalmente con uvas Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc, Petit Verdot, Malbec y Carmenère para los tintos; y Sauvignon, Sémillon y Muscadelle para los blancos. La producción actual se reparte en un 80% de vinos tintos y un 20% de blancos.
Es necesario destacar que Pessac-Léognan cuenta con un listado de propiedades vinícolas, condensadas en el norte del área de Graves, que fueron fundamentales para diferenciarla y separarla de la gran denominación de Graves. Algunas propiedades destacadas son: Château Bouscaut, Château Carbonnieux, Domaine de Chevalier, Château Couhins y la ya mencionada, Château Haut-Brion.
Vinos que marcan estilo
Los vinos de Pessac-Léognan difieren notablemente de los vinos del Médoc o de los de la margen derecha. A pesar de ser más leves, no carecen de sustancia y logran un equilibrio envidiable entre la finura y la potencia. Encuentran su sabor óptimo tras dos décadas de maduración y se complementan perfectamente con carnes de carácter fuerte.
En cuánto a los vinos blancos, se distinguen por los aromas varietales del Sauvignon (cítricos, boj). En boca, muestran un gran frescor, combinado con cierta untuosidad que proporciona un buen equilibrio. Ideales para maridar con ostras y otros productos del mar de la región.
En definitiva, los vinos de Pessac-Léognan son auténticas joyas del Bordelais que ofrecen una inigualable experiencia de sabor a un precio asequible. No podemos más que invitarte a descubrirlos por ti mismo.