El mundo del vino nos sorprende a cada momento, y en esta ocasión nos acercamos a una joya de la bodega Jiménez-Landi, un vino de edición muy limitada: The End 2010, una representación sublime de la Garnacha proveniente de Méntrida. Las características de este vino no solo nos hablan de su origen y varietal, sino que también nos invitan a descubrir la riqueza de matices que emerge desde un viñedo a 730 metros de altitud.
UNA MUESTRA DE LA GARNACHA EN SU MEJOR EXPRESIÓN
El The End 2010 es un vino tinto que encarna la esencia de la Garnacha al 100%. Esta variedad, reconocida por su versatilidad y capacidad de adaptación, brinda un perfil vibrante y complejo al vino. Al observarlo, su intenso color cereza picota con una capa media-alta y un brillo característico nos anticipa una experiencia sensorial memorable. A medida que profundizamos en su cata, las características organolépticas comienzan a revelarse en tres etapas: vista, nariz y boca.
Vista: La primera impresión visual es la puerta de entrada a este vino. Su color intenso y brillante invita a una degustación que promete.
Nariz: En el olfato, las notas de fruta roja son predominantes, acompañadas de un sutil trasfondo mineral. Aromas de regaliz y chocolate, matizados con especias, dan una complejidad que incita a profundizar en su esencia.
Boca: Sorprendentemente fresco, The End 2010 se manifiesta en el paladar como un vino potente y concentrado, con taninos pulidos y una acidez perfectamente integrada. La experiencia en boca se siente equilibrada y sedosa, un verdadero deleite que refleja la destreza en su elaboración.
EL SUELO Y CLIMA QUE DEFINEN SU PERSONALIDAD
El viñedo de donde proviene este vino ha sido plantado en suelo arenoso de origen granítico, ideal para el desarrollo de la Garnacha. Su ubicación a 730 metros de altitud, con orientación norte, permite un microclima que enriquece las uvas con acidez y frescura, características que son vitales para la expresión aromática y gustativa del vino. Este entorno de clima continental-mediterráneo incide favorablemente en las uvas, favoreciendo un ciclo vegetativo óptimo y una vendimia manual en pequeñas cajas, asegurando la selección de las mejores uvas.
Con una edad de viñas de más de 40 años, este vino se elabora bajo métodos tradicionales. La vinificación ocurre en tino de roble francés, empleando procesos manuales como el pisado con los pies, asegurando que cada racimo sea tratado con el máximo cuidado. La crianza de 14 meses en barricas de roble francés de 500 litros le otorga un redondeo y complejidad únicos.
MARIDAJE Y SERVICIO
La versatilidad de The End 2010 se extiende a su capacidad de maridaje. Sus características lo convierten en un acompañante ideal para diversas gastronomías. Algunos maridajes recomendados son:
- Arroces de carne
- Carnes rojas a la plancha
- Cochinillo
- Guisos de buey
Para disfrutar plenamente de este vino, se sugiere decantar debido a que se ha embotellado sin filtrar. La temperatura de servicio ideal oscila entre 14ºC y 16ºC, creando las condiciones adecuadas para que sus características se expresen con plenitud.
UN VINO DE EDICIÓN MUY LIMITADA
Es importante destacar que The End 2010 es un vino de edición limitada. Esto no solo aumenta su atractivo para los coleccionistas y amantes del vino, sino que también asegura que cada botella sea una representación única del terroir y el cuidado extremo en su producción. La bodega Jiménez-Landi, comprometida con la calidad y la expresión auténtica de su región, ha creado un producto que tiene muchas historias que contar.
Aunque en la actualidad no existen valoraciones publicadas de esta añada, el reconocimiento de sus anteriores cosechas y el constante interés por el trabajo de esta bodega, sugieren que seguramente será un vino muy bien recibido en el mundo del vino.
Para aquellos que buscan un vino singular, The End 2010 representa una experiencia a no dejar pasar. Este tipo de vinos, que evoca con tanto el carácter del lugar de donde proviene, permiten una conexión más profunda con el entorno y la historia vitivinícola de donde surgen.
UNA REFLEXIÓN SOBRE EL DESCUBRIMIENTO DEL VINO
Cada botella de vino es un viaje por la historia, el paisaje y el trabajo de las manos que lo han creado. En el caso de The End 2010, este vino no solo es una bebida; es una invitación a explorar y apreciar la complejidad de la Garnacha, la dedicación de quienes la cultivan y el legado de una tradición vitivinícola arraigada en el corazón de Méntrida.
Cuando sumerjas tus sentidos en su cata, te preguntarás: ¿qué historias guardan las regiones vitivinícolas y cómo cada sorbo puede revelar un nuevo capítulo de esta narrativa?