El Don PX Convento Selección 1946 es una auténtica joya en el mundo de los vinos, que destaca no solo por su excepcional calidad, sino también por su sorprendente historia. Este vino, producido en la región de Montilla-Moriles, está elaborado al 100% con uvas de la variedad Pedro Ximénez. No es solo un vino, sino una experiencia que encapsula 65 años de envejecimiento en botas, lo que lo convierte en una verdadera rareza de la gama Convento de la bodega Toro Albalá.
LA CATA DEL DON PX CONVENTO SELECCIÓN 1946
Al servir el Don PX Convento Selección 1946, se esboza una fascinante narrativa visual. Su color negro zahíno, con un matiz iodado, denota una densidad que anticipa la complejidad del vino que está por venir. La experiencia olfativa es impactante, presentando un abanico de aromas que solo podrías esperar de un vino con tal longevidad. Entre los más destacados, encontramos:
- Alcanfor
- Regaliz negro
- Kirsch
- Chocolate puro
- Palo de grosella negra
- Nueces
- Canela
- Nuez moscada
- Aromas de ebanistería
- Especias
- Pan tostado
- Bollería
- Crema de avellanas
- Hoja de tabaco
La boca es una explosión de sensaciones: amplia, envolvente y aterciopelada, en una complejidad equilibrada de dulzura, acidez, salinidad y amargor. Cada sorbo se convierte en un paseo por un paisaje de sabores, y es que este vino no es solo dulce; tiene una dimensión salina que lo hace maravillosamente único. La temperatura de servicio recomendada oscila entre 12ºC y 14ºC, un detalle que asegura que cada matiz del vino se exprese en su máxima plenitud.
UN VINO CON HISTORIA Y LEYENDA
El Don PX Convento Selección 1946 no es solo un vino excepcional; es también un legado. Con solo 825 botellas producidas, fue embotellado una única vez en septiembre de 2011. Este hecho lo convierte en un verdadero tesoro para los conocedores y coleccionistas. El vino, que fue elaborado con uvas de Pedro Ximénez sometidas a un cuidadoso proceso de deshidratación bajo el sol durante la Segunda Guerra Mundial, es una maravilla enológica que ha recibido la prestigiosa puntuación de 100 puntos Parker.
Según el crítico de vinos Robert Parker, "este es un vino extremo; mi primer descriptor fue ultra-mega-super concentrado. Es increíblemente poderoso, tanto en nariz como en boca, repleto de umami." En este sentido, la calificación de 100 puntos no es solo un número; es una afirmación del extraordinario carácter del vino. Parker describe una experiencia sensorial rica y compleja, con notas de canela dulce, pastel de Navidad, naftalina y chocolate belga, que solo se intensifican con el tiempo.
MARIDAJE Y CONSERVACIÓN
Este dulce PX VORS es digno de ser degustado en ocasiones especiales, preferentemente después de una cena, donde puede acompañarse de una selección de chocolates diversos y un café moka intenso. No es solo un vino para disfrutar en una comida, sino un vino de tertulia y meditación, ideal para momentos de reflexión y conversación.
La conservación del Don PX es indefinida, incluso una vez abierto, lo que lo distingue de muchos otros vinos. A medida que pasan los años, su riqueza se hace aún más profunda, creando una experiencia que evoluciona con el tiempo.
Al hablar de vinos con la capacidad de madurar y mejorar, la mención de los diferentes paladares que pueden disfrutar de esta delicia es crucial. En un mundo donde muchos vinos se consumen rápidamente, el Don PX Convento 1946 es un recordatorio de que algunas experiencias enológicas requieren paciencia y veneración.
CONCLUSIONES DEL DON PX CONVENTO SELECCIÓN 1946
En el ámbito del vino, pocos pueden competir con la historia, la complejidad y el perfil sensorial del Don PX Convento Selección 1946. Es un vino que alcanza nuevas dimensiones con el tiempo, una rareza que merece ser saboreada lentamente. Su envolvencia y riqueza de sabores lo convierten en un candidato ideal para esos momentos especiales en los que desearíamos compartir algo verdaderamente único.
Así que, querido lector, si tienes la oportunidad de degustar este vino, considera no solo el acto de beber, sino el viaje que este vino propone. La experiencia del Don PX Convento Selección 1946 no es simplemente una cata; es un pasaporte a otra época y un recordatorio de que algunas cosas buenas vienen con el tiempo. Además, ¿cuántas veces en la vida podrás disfrutar de un vino que ha sido testigo de tantas historias y que promete, aún, ser parte de muchas más?