Cuchita Lluch, una figura destacada de la gastronomía española y expresidenta de la Real Academia de Gastronomía de Valencia, comparte su pasión por la buena mesa y los vinos en una serie de restaurantes que reflejan lo mejor de la cocina local. En sus visitas culinarias, Lluch se adentra en un mundo lleno de sabores, donde cada bocado está cuidadosamente maridado con el vino adecuado, demostrando así la unión entre la gastronomía y la enología.
DÓNDE COME CUCHITA LLUCH
La elección de Cuchita Lluch al momento de cenar es variada y siempre sorprendente. Entre sus lugares favoritos se encuentran:
- Restaurante Casa Montaña: Ubicado en el barrio del Cabañal en Valencia, este lugar cuenta con una impresionante selección de vinos que abarca tanto denominaciones locales como internacionales. Lluch destaca la cava de vinos, que incluye referencias de más de 1.200 variedades.
- La Sucursal: Este restaurante, conocido por su oferta de alta cocina valenciana, también se distingue por su extensa carta de vinos. La combinación de platos innovadores y una selección de etiquetas cuidadas es una de las razones por las que Lluch frecuenta este local.
- Restaurante El Poblet: Con el chef Ángel León al frente, este establecimiento ha ganado estrellitas Michelin. Lluch aprecia cómo el maridaje de sus platos con los vinos de la zona eleva la experiencia gastronómica, ofreciendo un equilibrio perfecto entre sabores.
La diversidad de su elección muestra su compromiso con la gastronomía regional y su apoyo a los productores locales. Según Lluch, «la cocina no se entiende sin el vino. Ambos son manifestaciones culturales que narran historias y tradiciones».
VINOS QUE ACOMPAÑAN SUS PLATOS
Cuchita Lluch no solo se enfoca en la comida, sino que también resalta la importancia del vino en la experiencia culinaria. Algunos de los vinos que recomienda son:
- Vinos de la Denominación de Origen Valencia: especialmente aquellos elaborados con variedades autóctonas como la Tempranillo y la Bobal, que ofrecen características únicas y un reflejo del paisaje valenciano.
- Ribera del Duero: Lluch muestra especial aprecio por los Tintos de la Ribera, conocidos por su cuerpo y complejidad, ideales para acompañar carnes rojas de caza.
- Vinos blancos de Rueda: La frescura y el carácter afrutado de estos vinos maridan perfectamente con pescados y mariscos, platos que son un habitual en su mesa.
Cada uno de estos vinos aporta un planeta de matices y sabores que enriquece la propuesta gastronómica que Lluch sostiene en las mesas en las que se sienta a comer.
EL VALOR DE LA CULTURA GASTRONÓMICA
A medida que se adentra en esta fascinante dualidad de gastrónoma y amante del vino, Lluch nos invita a comprender mejor la relación entre el plato y la copa. En sus palabras, «la buena cocina no necesita ser compleja, sino honesta y comprometida con el producto local». Eso es lo que busca, que tanto el comensal como el agricultor y el viticultor se sientan representados en cada bocado y sorbo.
Se puede observar que los restaurantes mencionados no solo practican la alta cocina, sino que también trabajan en conjunto con viticultores para crear un entorno de sinergia en la experiencia culinaria. Esto se traduce en:
- Elección cuidada de ingredientes locales
- Promoción de variedades autóctonas
- Compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente
Lluch, con su experiencia y liderazgo en el ámbito gastronómico, continúa impulsando la relevancia de la gastronomía valenciana. Al incluir la cata de vinos y alimentos locales como una parte esencial de su mesa, destaca su fascinación por el arte de comer en compañía.
LA IMPORTANCIA DEL MARIDAJE
Al elegir un vino para acompañar una comida, muchos se pueden sentir abrumados. Cuchita Lluch sugiere que el maridaje no tiene que ser complicado. Un buen comienzo es considerar los sabores predominantes en los platos que vas a disfrutar. Si el plato es ligero, como un pescado a la parrilla, un vino blanco fresco puede ser la elección ideal. Para un guiso más robusto, llámese un tinto de cuerpo, como un Garnacha. La clave está en experimentar y encontrar lo que mejor se adapta a tu paladar.
Lluch también recuerda la importancia de la temperatura en el servicio del vino. Un vino blanco bien frío o un tinto ligeramente templado puede mejorar la experiencia de manera significativa, permitiendo que cada nota y aroma se exprese plenamente.
La profesora de gastronomía y experta en enología concluye, “el vino y la comida son el alma de la celebración”. Esto invita a todos a disfrutar de estos momentos cotidianos con mayor intensidad.
UN VIAJE GASTRONÓMICO INFINITO
Cada visita a un restaurante por parte de Cuchita Lluch es más que una comida; es un viaje por la cultura, la tradición y la innovación. Al acercarte a la gastronomía, tanto como a la enología, invitas a tu paladar a un mundo de posibilidades.
Tal vez ahora te preguntes: ¿cuál será el próximo vino que saborearás con tu comida favorita? La próxima vez que elijas un plato, recuerda que hay un vino esperando para acompañar cada sabor y llevar tu experiencia culinaria a nuevas alturas. ¿Te atreverás a descubrirlo?