La bodega 4 Kilos ha logrado transformarse en un símbolo de la revolución vinícola de Mallorca, gracias a la visión y determinación de dos emprendedores que decidieron desafiar las normas tradicionales de la isla. Su apellido, que se ha vuelto sinónimo de calidad, no es solo un testimonio del esfuerzo, sino también un ejemplo de cómo el amor por el vino puede crear un legado duradero. Desde su fundación, 4 Kilos se ha propuesto redescubrir las variedades autóctonas y elevar el potencial de la viticultura mallorquina, logrando vinos que son a la vez auténticos y contemporáneos.
EL NACIMIENTO DE UNA REVOLUCIÓN VINÍCOLA
La bodega fue establecida en 2006 por Miquel Gelabert y Meritxell Pujol, una pareja de “outsiders” que, a simple vista, no tenían una trayectoria tradicional en el mundo del vino. Sin embargo, su pasión por la producción vitivinícola los llevó a unir esfuerzos en un proyecto que ha cambiado la percepción del vino en la isla. Con tan solo 4 kilos de uvas por planta, una cifra que refleja su enfoque en la máxima calidad, la bodega se ha posicionado rápidamente en el mercado.
Los viñedos de 4 Kilos están situados en la zona de Felanitx, y abarcan alrededor de 25 hectáreas, con una variedad de cepas que incluye Callet, Manto Negro y Garnacha. Estas variedades, autóctonas y menos conocidas, se han convertido en el sello distintivo de sus vinos. A través de prácticas agrícolas sostenibles y un enfoque casi artesanal en la elaboración, han conseguido plasmar la esencia de la tierra en cada botella.
VINO CON IDENTIDAD: GAMA DE PRODUCTOS
4 Kilos ofrece una interesante gama de vinos, que pueden clasificarse en varias categorías:
- Vinos tintos: Entre ellos se destaca el 4 Kilos Tinto, un vino que se caracteriza por su cuerpo medio y notas de frutos rojos, con un final elegante.
- Vinos blancos: El 4 Kilos Blanc, elaborado a partir de uvas de Premsal y Chardonnay, presenta un perfil fresco y afrutado, ideal para acompañar pescados y mariscos.
- Vinos rosados: Su Rosado 4 Kilos es un ejemplo perfecto de un vino frutal, con toques de fresa y un ligero matiz floral.
Los vinos de 4 Kilos han sido reconocidos en varias ocasiones, incluso se han ganado lugares de honor en competiciones internacionales. La Guía Peñín les otorgó una alta calificación, destacando su innovación y calidad.
UN ENFOQUE SOSTENIBLE Y ARTESANAL
El proceso de elaboración de estos vinos difiere notablemente de las prácticas industriales típicas. En 4 Kilos se da prioridad a la intervención mínima, lo que significa que se busca preservar la integridad natural de la uva. Entre los métodos utilizados, se encuentran:
- Fermentación espontánea: Utilizan levaduras indígenas que aportan unicidad al vino.
- Envejecimiento en barricas de roble: Dependiendo del vino, el tiempo de maduración puede variar, pero siempre priorizan el equilibrio entre fruta y madera.
- Embotellado sin filtrar: De esta manera, preservan la pureza del vino, asegurando que cada botella narre su propia historia.
Este enfoque no solo genera vinos de alta calidad, sino que también respeta el entorno natural, contribuyendo a un desarrollo sostenible en la isla.
LA RECEPCIÓN DEL PÚBLICO Y FUTURO PROMISORIO
La acogida que han tenido sus vinos no se limita al mercado local. La producción ha comenzado a ser reconocida a nivel nacional e internacional, enviando sus botellas a numerosos países. Según datos recientes, el crecimiento en exportaciones ha sido del 30% en el último año, lo que demuestra el interés creciente por sus productos.
Entre las vallas que han cruzado, han logrado establecer relaciones con restaurantes de renombre, lo que ha permitido que sus vinos sean reconocidos por la crítica. Destacan en la carta de importantes restaurantes de la península, ganando reconocimiento en el circuito gastronómico.
Por otro lado, la bodega está comprometida con la innovación constante. En el horizonte tienen planificadas nuevas cosechas y experimentaciones con otras variedades, además de trabajar en la implementación de prácticas más sostenibles que sigan posicionándolos como referentes en el sector.
Finalizando, ¿no es hora de abrir una botella y disfrutar de un vino que cuenta con una historia resplandeciente? La trayectoria de 4 Kilos muestra que el esfuerzo y la pasión pueden llevar a una bodega a la cima. No solo estás bebiendo vino, estás degustando el alma de Mallorca. ¿Te atreves a descubrirlo?