Una joya en el mundo del vino: el Real de Asúa

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El vino Real de Asúa ha despertado un interés notable en el panorama vinícola español. Este producto, oriundo de la D.O. Cigales, destaca por su singularidad, calidad y la excepcional experiencia que ofrece. Conocer su historia y características es adentrarse en un universo lleno de matices que seguramente colmará las expectativas de quienes buscan un buen vino para cualquier ocasión.

ORÍGENES Y FILOSOFÍA DE PRODUCCIÓN

La bodega que produce el Real de Asúa mantiene un profundo compromiso con la calidad y la tradición en la viticultura. Fundada en 1996, trabaja en un total de 50 hectáreas de viñedos. Esta área se encuentra en un entorno privilegiado, donde el clima continental se complementa con la influencia del río Pisuerga. Esto permite que las uvas alcancen un perfecto estado de maduración al combinar temperaturas cálidas durante el día y frescura nocturna.

El Real de Asúa se elabora principalmente con la variedad Tempranillo y un pequeño porcentaje de Cabernet Sauvignon. Esta mezcla le proporciona una estructura robusta y un perfil aromático complejo. La cantidad producida es limitada, lo que garantiza un control exhaustivo en todo el proceso, desde la vendimia hasta la crianza en barricas. Al respecto, el enólogo de la bodega comenta: «Cada botella es un reflejo del terruño y el trabajo de un año entero.»

CARACTERÍSTICAS Y NOTAS DE CATA

Explorar el Real de Asúa es hacer un viaje a través de sus múltiples dimensiones sensoriales. Se le puede describir a través de varios aspectos fundamentales:

Un vino que, según José Peñín, reconocido crítico de vinos, «se convierte en un acompañante perfecto para platos de carne, arroces y quesos curados». En este sentido, se sugiere maridar el Real de Asúa con un buen entrecot a la parrilla o un risotto de setas.

LA CRIANZA: EL SECRETO DE SU ÉXITO

La crianza del Real de Asúa es un proceso meticuloso, que dura aproximadamente 12 meses en barricas de roble, seguido de un periodo de afinado en botella. Este enfoque permite que el vino desarrolle una complejidad notable, aportando matices que enriquecen su sabor. Durante la crianza, se produce una microoxigenación que suaviza los taninos, logrando un perfil más elegante y accesible.

Según la bodega, «la paciencia es fundamental, cada año nos enseña algo nuevo y cada añada es un desafío que enfrentamos con pasión». Esta filosofía se traduce en el cuidado por cada aspecto del proceso de vinificación, donde se busca dejar la menor huella posible en el ecosistema.

UNA PIEZA EN MUSEO

El Real de Asúa no solo es un vino para disfrutar, sino también, por su calidad, está considerado una pieza de museo. Su estilo y producción limitada convierten a cada botella en un objeto de admiración. Esto ha llevado a que críticos y amantes del vino lo busquen activamente en subastas y eventos especializados.

Se ha vuelto una tendencia entre los coleccionistas incluir este vino en sus selecciones, no solo por su calidad, sino también por la historia que cuenta en cada sorbo. Incluso se espera que, con el paso del tiempo, el interés por este vino aumente, elevando su valor en el mercado.

¿DÓNDE ADQUIRIRLO?

Si estás considerando agregar el Real de Asúa a tu colección, hay varios aspectos a tener en cuenta:

Es fundamental que cuando busques este vino, lo adquieras en establecimientos de confianza que garanticen su autenticidad.

Invitación a explorar y descubrir

El Real de Asúa es más que un vino; es una invitación a explorar el potencial de la D.O. Cigales. Cada botella es un pequeño homenaje a la tierra y al arte de la vinificación. Así que, ¿por qué no te dejas llevar por esta experiencia y disfrutas de una copa que sin duda evocará conversaciones y momentos memorables? ¿Te atreverías a experimentar lo que esta joya vinícola tiene para ofrecer?

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