Sandra Estévez ha sido nombrada como la nueva responsable de enología en la bodega Privat y en los cavas Perelada, un cambio que sin duda generará expectación en el mundo vitivinícola. Con una sólida trayectoria en la enología, Sandra trae consigo una visión renovadora y un enfoque que busca resaltar la identidad de cada uno de los vinos y cavas elaborados por estas emblemáticas bodegas. Este nombramiento, que coincide con un momento de creciente interés por parte del consumidor en la calidad y singularidad de los productos, podría marcar un punto de inflexión en la producción de vinos en la región.
UN NUEVO HORIZONTE EN LA ENOLOGÍA
La incorporación de Estévez no es solo un cambio de personal, sino también una apuesta por el futuro. A lo largo de su carrera, ha demostrado su capacidad para trabajar con variedades autóctonas y técnicas modernas que realzan las características de cada terroir. Su objetivo en Privat y Perelada es claro: crear vinos que cuenten una historia propia, que hablen no solo del terruño, sino también de la tradición y la innovación.
Entre sus retos, Estévez se enfrentará a la responsabilidad de:
- Seleccionar y cultivar variedades de uva que reflejen la esencia de la región.
- Desarrollar técnicas de vinificación que optimicen el potencial de cada cosecha.
- Fomentar un enfoque sostenible en la producción, alineando la bodega con las crecientes demandas de los consumidores hacia prácticas respetuosas con el medio ambiente.
Una de las primeras decisiones que Estévez ha tomado es la implementación de una serie de pruebas en los viñedos de uva Xarel·lo y Macabeo, variedades que definen en gran medida los cavas de la región. Según sus palabras, “el Xarel·lo, cuando se cultiva en las condiciones adecuadas, puede ofrecer una mineralidad y frescura que son difíciles de igualar”. Esto no sólo promete mejorar la calidad del producto final, sino también fortalecer la reputación de la bodega en un mercado cada vez más exigente.
LA IMPORTANCIA DE LA TRADICIÓN Y LA INNOVACIÓN
Estévez llega a Privat y Perelada con el firme propósito de fusionar la tradición vitivinícola con la innovación. Entiende que los consumidores actuales buscan no solo calidad, sino también autenticidad. Por ello, su enfoque se basa en:
- Formación del equipo: Invertir en la capacitación del personal, para que cada miembro conozca a fondo el proceso de producción, desde el viñedo hasta la botella.
- Mejora continua: Realizar catas regulares y análisis sensoriales que permitan adaptar la producción a las preferencias del consumidor.
- Colaboración con enólogos destacados: Trabajar junto a otros expertos para explorar nuevas técnicas de vinificación y ampliar el horizonte de posibilidades.
La visión de Estévez incluye no solo mejorar la calidad de los cavas, que ya son bien reconocidos, sino también diversificar la gama de vinos tranquilos que ofrece la bodega. En sus propias palabras: “Quiero que cada vino que salga de esta bodega sea una experiencia única; no solo una bebida, sino un momento para recordar”.
UN ENFOQUE SOSTENIBLE
La enóloga ha destacado la importancia de adoptar prácticas sostenibles en la producción de vino y, en respuesta a la creciente preocupación por el cambio climático, está comprometida a implementar técnicas que minimicen el impacto ambiental. Algunas de estas prácticas incluyen:
- Uso racional del agua durante el riego.
- Integración de métodos de viticultura ecológica.
- Uso de energías renovables en los procesos de producción.
Este enfoque no solo tiene beneficios ecológicos, sino que también busca conectar emocionalmente con un consumidor que valora cada vez más la sostenibilidad. La idea es que, al disfrutar de un vino o un cava, el consumidor no solo aprecie la calidad, sino que también se sienta parte de una historia.
UNA MIRADA AL FUTURO
A medida que Sandra Estévez toma las riendas de la enología en Privat y Perelada, es relevante considerar cómo sus decisiones impactarán no solo en los vinos de mañana, sino también en la percepción del vino catalán en el panorama global. Con el legado de vinos bien elaborados y una fuerte conexión con el ámbito local, es innegable que este nuevo liderazgo trae consigo una señal de cambio positivo.
Finalmente, la trayectoria de Estévez es una invitación a explorar las nuevas propuestas en la bodega. Cada botella que salgue bajo su dirección no será solo un vino, sino una historia que nos conecta con la tierra, la tradición y la pasión de quienes lo elaboran.
CONSUMIR VINO ES UNA EXPERIENCIA
Al pensar en tu próxima elección de vino, te invito a considerar no solo el sabor, sino también la historia y el esfuerzo detrás de cada etiqueta. ¿Qué historia contará el próximo vino que elijas?