La vinculación de los chefs con actividades fuera de la cocina no es algo nuevo, pero el caso del chef catalán Javier Rojas ha llamado especialmente la atención. Este talentoso cocinero ha decidido incursionar en un ámbito completamente distinto al de la alta gastronomía: la competición de escalada deportiva. Rojas, conocido por su innovadora fusión de sabores en su restaurante en Barcelona, ahora está desafiándose a sí mismo en las alturas, sumando una nueva pasión a su ajetreada vida.
LA ESCALADA COMO NUEVO RETO
Rojas ha estado escalando desde hace aproximadamente cinco años, un tiempo que le ha permitido alcanzar un nivel de habilidad que le ha llevado a participar en competiciones de ámbito nacional. Con una dedicación que muchos podrían considerar sorprendente, Rojas entrena al menos cuatro días a la semana. Esto incluye dos sesiones de escalada en roca y otras dos en muro. De esta manera, ha encontrado un equilibrio entre su labor como chef y su amor por la aventura.
– La escalada no solo le aporta satisfacción personal, sino que también mejora su concentración y resistencia, cualidades esenciales en la cocina. Rojas ha afirmado: “La escalada me ha enseñado a lidiar con la presión y a ser más paciente en la cocina”.
Rojas no es el único chef que comparte esta pasión por la escalada. A nivel internacional, hay otros cocineros que han encontrado en esta actividad un medio para liberar el estrés y la carga creativa que acompaña a su profesión. La escalada les brinda la oportunidad de desconectar y recargar energías, lo que se traduce en un mejor rendimiento en sus restaurantes.
UNA COMPETICIÓN RECONOCIDA
La participación de Rojas en la competición “Roca y Sabor” ha sido especialmente relevante, ya que reúne a escaladores de todo el país, muchos de los cuales son amateur y otros son atletas profesionales. Este evento no solo se centra en la escalada, sino que también incluye una sección dedicada a la gastronomía, donde los cocineros compiten preparando menús utilizando ingredientes locales. Rojas ha visto esta competición como una forma de unir sus dos pasiones: la cocina y la escalada.
El evento, que tuvo lugar en el Parque Natural de Montserrat, ha atraído a más de 200 participantes. Las cifras de asistencia y también la creciente popularidad de la escalada como deporte de aventura han colocado a esta competición en el mapa de eventos imperdibles cada año. Durante el evento, los escaladores son evaluados no solo por sus habilidades técnicas, sino también por la creatividad y presentación de los platos que elaboran.
UN ENFOQUE INSPIRADOR
Rojas ha declarado que la experiencia de competir le ha permitido aprender mucho sobre la gestión del tiempo, la importancia de la planificación y cómo manejar las expectativas, habilidades que son igualmente cruciales en la cocina. A través de esta dualidad, Rojas resalta algunos beneficios:
- Mejora de la condición física: La escalada requiere de una gran resistencia, algo que también le permite mantenerse enérgico durante largas jornadas en la cocina.
- Creatividad: La necesidad de improvisar en la roca se traduce en una mayor innovación en la elaboración de sus platos.
- Trabajo en equipo: A menudo, la escalada se practica en grupo, lo que fomenta el compañerismo y la colaboración, ideales también en una cocina profesional.
Los beneficios que ha encontrado en la escalada han sido significativos, incluso en su prestigioso restaurante. Este contacto constante con la naturaleza y la posibilidad de hacer ejercicio son aspectos que a menudo se subestiman en la profesión de chef.
LA COMUNICACIÓN ENTRE PASIONES
Uno de los elementos más interesantes de la historia de Rojas es cómo ha sabido enlazar sus dos pasiones en la narrativa de su vida profesional. Muchos de sus platos están inspirados en experiencias vividas en la montaña. Por ejemplo, uno de sus entrantes más populares, el «Terruño de Montserrat», es una representación comestible de sus recuerdos en el monte. En él, combina ingredientes que evocan la tierra y la flora de la región.
Rojas también ha comenzado a impartir talleres donde enseña a otros a vincular actividades físicas y culinarias, patrocinando el mensaje de que mantenerse activo puede influir positivamente en la creatividad y el trabajo. Según él, “la cocina no debe verse solo como una rutina; es un arte que se nutre de experiencias vitales”.
La historia de este chef es un testimonio inspirador de cómo diversas pasiones pueden coexistir, beneficiándose mutuamente y enriqueciendo no solo su vida personal, sino también profesional.
CON EXPLORACIONES QUE NO TERMINAN
La combinación entre la alta cocina y la escalada podría parecer inesperada, pero, sin duda, Rojas ha abierto un nuevo capítulo de posibilidades. Tal vez tu curiosidad por las esquinas menos exploradas de la gastronomía y el deporte te lleve a descubrir otras historias igualmente fascinantes. La aventura de Rojas nos invita a cuestionar: ¿qué otras pasiones podrían entrelazarse en el mundo culinario, y cómo podrían transformar nuestras percepciones sobre la cocina?
Con eventos como “Roca y Sabor” creciendo en popularidad, quizás sea el momento de considerar cómo los chefs pueden expandir sus horizontes, no solo en el ámbito de la cocina, sino en el de sus vidas personales. ¿Te animarías a explorar nuevas pasiones que complementen tu vocación actual?