El mundo vinícola celebra el lanzamiento de una nueva joya líquida que honra la tradición jerezana. Se trata del Moscatel VORS de la bodega Lustau, que tiene la peculiaridad de llevar el sello VORS que designa a los vinos cuya vejez calificada supera los 30 años. En la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry, estos son conocidos como los tradicionales “vinos de sacristía”, auténticas joyas vínicas certificadas por el Consejo Regulador en base a su edad, a las peculiaridades de su crianza y a su carácter excepcional.
El Moscatel que se suma a una exclusiva familia
La inclusión de este nuevo ejemplar en la limitada gama VORS es un hito a celebrar pues Lustau se va consolidando como la única bodega del Marco con seis referencias diferentes de vinos de más de 30 años en el mercado. Sin ruido y con discreción, Lustau no deja de demostrar su compromiso con la calidad y la innovación, produciendo vinos excepcionales que han encontrado su lugar entre los más prestigiosos certámenes de vino.
El Moscatel VORS es símbolo de la habilidad de la casa bodega para combinar tradición y modernidad, dos valores que se reflejan año tras año en sus denominaciones, que figuran entre las más galardonadas a nivel mundial.
Semajante vino se añeja en la Sacristía, una zona específica dentro de las bodegas donde los vinos ganan esa peculiar y excepcional complejidad que les define. Sergio Martínez, capataz y enólogo de Lustau, es el responsable de la meticulosa selección de este Moscatel VORS, procedente de las soleras más antiguas que la bodega envejece en Jerez.
Joya limitada
La producción inaugural de este moscatel VORS es sumamente limitada, consta únicamente de tres botas, lo que ha desembocado en un número muy reducido de unidades disponibles: 558 botellas que prometen ser un codiciado tesoro líquido para los amantes del vino.
Este moscatel VORS se presenta intenso y expresivo en nariz, con aromas a frutas confitadas y un característico fondo especiado, matices de madera noble y humo. En boca resulta equilibrado y tiene una excelente acidez. Su textura untuosa y aterciopelada, y un final casi infinito lo convierten en una opción ideal para disfrutar solo o como complemento perfecto para aperitivos y postres.
Además de ser excelente con los postres, también tiene un sabor excepcional cuando se combina con chocolate negro y preparaciones con salsas amargas. Sin duda, una verdadera joya líquida que refleja la camaleónica versatilidad y nobleza de la uva moscatel.
