En el mundo de la cata del vino, los sentidos ocupan un lugar central, especialmente el olfato. La manera en que percibimos los aromas puede definir completamente nuestra experiencia al disfrutar de un buen vino. Así que, si te interesa la enología y quieres perfeccionar tu habilidad para apreciar vinos, es fundamental que trabajes en mejorar tu sentido del olfato.
Recorrido olfativo para descubrir los secretos del vino
Para entrenar el olfato y afinar sus capacidades, es necesario ponerlo en práctica con diferentes ejercicios que te permitan identificar diversos olores:
1) Prueba oler diversas cosas del entorno; desde especias, flores hasta objetos del uso cotidiano. Intenta adivinar el aroma con los ojos cerrados; esto ayudará a tu cerebro a reconocer diferentes olores.
2) Familiarízate con el aroma de distintas variedades de uva. Prueba con vinos Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Merlot o Sauvignon Blanc para empezar. Puedes complementar esta práctica con sets de cata de vinos, que incluyen muestras de aromas presentes en estos.
3) Aprovecha las oportunidades de eventos de cata de vinos y las discusiones con otros entusiastas. Aprender de la experiencia de otros siempre puede aportarte nuevas perspectivas.
4) Oler el corcho antes de servir el vino puede proporcionarte información sobre la condición del vino y anticiparte a los posibles aromas que encontrarás.
5) Pon en práctica el maridaje de alimentos con vinos. ¿Cómo? Oler la comida y luego tomar un sorbo de vino; presta atención a cómo interactúan los aromas.
6) Por último, pero no menos importante, organiza catas a ciegas. Esto pone a prueba tus facultades olfativas y puede aportarte mucho a la hora de describir los diferentes olores.
Recuerda que, aunque no nacimos con un paladar experto o una nariz entrenada, es posible desarrollar nuestra percepción a través de la práctica. Estos ejercicios nos permiten ser más perceptivos a los detalles que, al final del día, producen la verdadera sinfonía de sabores en el vino. Por supuesto, como toda habilidad, requiere tiempo y práctica. Así que, ¡no desesperes! Con el paso del tiempo, serás capaz de identificar y describir las distintas sutilezas aromáticas y de sabor presentes en cada vino. Buen vino para arriba, ¡buenas sensaciones por venir!
