La elección de vino correcta puede hacer notables diferencias en la percepción del sabor de una comida. A veces, no le damos la importancia debida a la elección de vino que será la pareja ideal de nuestra salsa, pero la combinación de comida y vino es fundamental para poder disfrutar plenamente de una comida.
Claves para lograr el mejor maridaje entre vino y salsa
Asociar vino y salsa no es tarea sencilla. Ambos tienen la capacidad de intensificar o minimizar los sabores de su estrella contraparte, haciendo la experiencia culinaria desequilibrada y, en el peor de los casos, decepcionante. Para evitar estos desafortunados incidentes, es esencial tener en cuenta tres elementos cruciales:
1) La igualdad de intensidades: El equilibrio de los sabores es la clave. Por ejemplo, una salsa ligera suele combinarse bien con un vino de similares características, mientras que una salsa rica, posiblemente a base de cremas, marida perfectamente con un vino más robusto.
2) El contraste de sabores: Experimentar con las diferencias de sabor puede ser aventurado pero gratificante. Por ejemplo, platos más ácidos pueden casar perfectamente con vinos con un toque de dulzor máximo.
3) La armonización de aromas: Jugar con la complejidad de los aromas de los vinos y las salsas puede ser un desafío emocionante. Los más atractivos suelen ser los ácidos, herbáceos y afrutados.
El arte del maridaje implica experimentar con nuevos sabores, probar diferentes trayectorias, y encontrar el equilibrio perfecto. Si tu intención no es otra que conseguir el maridaje perfecto entre vino y salsa, aquí hemos preparado una lista de las mejores combinaciones que puedes encontrar para que puedas disfrutar de un buen vino con una comida exquisita.
Aquí te dejamos algunas de las mejores combinaciones:
1) Salsa de champiñones junto con un vino como la Syrah o Merlot.
2) Salsa carbonara acompañada de un Chardonnay.
3) Sauce bolognesa a la perfección con un Chanti o cualquier otro vino tinto italiano.
4) Una salsa de ajo y perejil podría tener un maridaje perfecto con un vino blanco seco como el Pinot Grigio.
Todas estas combinaciones buscan deleitar el paladar, pero es importante recordar que el maridaje perfecto también toma en consideración la elección de otros ingredientes del plato.