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Ciclo vegetativo de la vid durante la primavera, clave para una buena cosecha

En el marco del cambiante paisaje vitivinícola español, la primavera representa un hito significativo en el ciclo de vida de la vid. Representa el inicio de la fase vegetativa anual de la vid, una etapa crítica para la producción de vino que involucra el crecimiento de nuevas hojas, brotes y racimos de flores. Este proceso establecerá la base para la futura productividad de las vides y es esencial para la producción de uvas de alta calidad.

Desde la Dormancia hasta la Brotación

El ciclo vegetativo de la vid comienza con el estado de dormancia, una fase de inactividad que normalmente se produce durante los meses de invierno. Esta fase culmina al inicio de la primavera, momento en el que las vides inician una nueva etapa llamada brotación. Este es el puntapié inicial del crecimiento activo de la vid, cuando las yemas inician su expansión y, por ende, los brotes comienzan a surgir.

El proceso de brotación, también conocido como desborre, suele depender de factores ambientales como el clima y la duración del período de dormancia. Además, también puede variar entre diferentes tipos de vides y ubicaciones de viñedos. Por ejemplo, en la región vinícola de la D.O. Utiel Requena, el desborre suele ocurrir alrededor del mes de abril.

El Crecimiento del Nuevo Follaje

Tras la brotación, los nuevos brotes de las vides empiezan a crecer aceleradamente, alcanzando en algunos casos hasta 15 cm de longitud en cuestión de días. Este crecimiento depende de varios factores, desde la ubicación del viñedo y la temperatura hasta la variedad de uva cultivada. De hecho, en climas cálidos, el crecimiento suele ser más rápido.

A medida que los nuevos brotes siguen creciendo, surgen las primeras hojas. Este nuevo follaje será responsable de la fotosíntesis, esencial para la producción de uva. El tamaño y cantidad de estas hojas son afectados por la especie de vid cultivada y las condiciones ambientales del viñedo; de este modo, generalmente las vides que crecen en climas más cálidos tendrán hojas más grandes y en mayor número.

La Formación y el Desarrollo de los Racimos Florales

De forma paralela al crecimiento de las hojas, tiene lugar la formación de los racimos florales. Esta etapa, que se extendiendo por algunas semanas tras la aparición de las hojas, es cuando los racimos comienzan a desarrollarse. Al igual que con las hojas, el tamaño y número de racimos florales varían dependiendo de la variedad de uva y las condiciones ambientales del viñedo.

Simultáneamente a la formación de los racimos florales, la vid también empieza el desarrollo de su armazón principal de madera, que será el que produzca la mayor parte del fruto en la próxima temporada de cultivo.

La primavera es una etapa crucial en la vida de cualquier vid. Los procesos que tienen lugar durante esta estación son determinantes para la producción del vino, y es por ello vital que todo viticultor conozca y sepa gestionarlos correctamente.

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