El disfrute de un buen vino ha ido más allá de simplemente descorchar una botella y servirlo para acompañar una comida. Es cada vez más común para aquellos que se autodenominan «winelovers«, transformar esta experiencia en algo más interactivo y educativo a través de las catas de vinos. Esta actividad sensorial permite analizar y profundizar tanto en las características del vino como en su origen, a la vez que se descubren nuevos sabores y se aprende a identificar la calidad del vino.
La cata de vinos, un plan diferente
Una cata de vinos en casa puede parecer un reto para algunos, sin embargo, es más sencillo de lo que parece. Consiste en el análisis de uno o varios vinos en tres fases: la visual, la olfativa y la gustativa. A través de estas tres fases, los participantes pueden aprender a identificar el origen de los vinos, sus métodos de elaboración, si ha tenido crianza o no, y de qué tipo. Este análisis sensorial permitirá a quien participa conocer y descubrir nuevos vinos a la vez que se sorprende a los invitados.
Las catas de vino pueden ser clasificadas según el tipo de vino que se va a degustar, la manera en que se realiza la cata, o el perfil de los catadores, que pueden ser aficionados o profesionales. Entre las diferentes clases de catas, uno puede encontrar la cata horizontal, en la que se degustan vinos diferentes con algunas características en común, la cata vertical, que se realiza con vinos de una misma marca de diferentes años, o la cata a ciegas, en la que la identidad del vino permanece oculta para evitar prejuicios.
Organización de una cata en casa
Para organizar una cata de vinos en casa, se necesita contar con los vinos adecuados, las copas apropiadas para cada tipo de vino y algo de conocimiento. Es por eso que es ideal que la persona que guíe la cata tenga algún conocimiento sobre los vinos que se cataren, para poder asistir a los invitados. También se puede optar por documentarse previamente sobre los vinos escogidos, o practicar la técnica de cata para poder identificar las características de los vinos sin ayuda.
Una cata de vinos se puede maridar con quesos cremosos y suaves, carnes blancas o platos de caza, así como mariscos y pescados. Una opción recomendable para no complicarse es preparar una tabla de quesos y algunas conservas de marisco procedentes de Galicia, como berberechos, mejillones, almejas o pulpo.
Las fases de la cata son las siguientes:
- La fase visual, durante la cual se indentifica la intensidad y el color del vino.
- La fase olfativa, la más compleja para los catadores inexpertos, donde se intenta transformar las percepciones en sensaciones olfativas.
- La fase gustativa, que sirve para determinar el grado de alcohol y los sabores del vino.
Con estos tips, ¿Por qué no atreverse a organizar una cata en casa y compartirla en las redes sociales con amigos y seguidores? Sin duda, es una excelente forma de aprender más sobre vinos y experimentar nuevas sensaciones sensoriales.