La combinación del deporte de invierno y la cultura del vino es una tendencia emergente que atrae cada vez a más entusiastas. En la región de los Alpes italianos, particularmente entre la Val Gardena y el Alta Badia, se ha implementado un innovador programa conocido como Ski Wine Ambassadors. Este proyecto transforma a los maestros de esquí en auténticos embajadores del vino, que no solo guían a los esquiadores por las pistas, sino que también les introducen a los maravillosos vinos de la zona. Con este giro, los visitantes pueden disfrutar no sólo de la emoción del deporte, sino también de la rica tradición vinícola de Alto Adige.
Un puente entre el esquí y la enología
La colaboración entre diversas entidades, como el Consorzio Vini Alto Adige, las escuelas de esquí y Idm Südtirol, ha sido clave para el éxito de esta iniciativa. Los maestros de esquí reciben formación especializada en enología a través de la Associazione Sommelier Alto Adige. Así, están equipados para recomendar los mejores vinos autóctonos, narrando su historia y características, ya sea en pistas de esquí o durante pausas en acogedores refugios alpinos.
Adicionalmente, algunos refugios han elevado la gastronomía a una forma de arte, logrando reconocimientos como el prestigioso Premio por la Cultura del Vino Alto Adige. Entre ellos se encuentran lugares destacados como:
Estos lugares no solo están abiertos durante la temporada de invierno, sino que también ofrecen una experiencia culinaria excepcional durante todo el año, combinando la belleza natural de las montañas con una oferta gastronómica de alta calidad.
Uno de los eventos más destacados de esta temporada es el Dé dl vin, parte del Wine Ski Safari, programado para el 23 de marzo. Durante este evento, los refugios de Alta Badia ofrecerán degustaciones de vinos seleccionados a 2.000 metros de altitud, permitiendo a los aficionados del esquí degustar excelentes vinos entre bajadas y ascensos en la nieve.