
Elodie Balme, una joven viticultora de Rasteau, se erige como un referente en la producción vinícola de la región, un legado familiar que se remonta a más de dos siglos. Con una historia rica en tradición y la reciente adopción de prácticas de agricultura biológica, Elodie está impulsando la revitalización de los viñedos familiares y ofreciendo productos que destacan por su calidad y autenticidad.
Un legado vitícola que perdura
La historia de la familia Charavin, de la que desciende Elodie, es un testimonio del profundo vínculo entre la viticultura y la comunidad local. Desde 1789, su familia ha estado intrínsecamente ligada a las tierras fértiles de Rasteau. Este pasado es un motor para Elodie, que ha decidido honrar la herencia familiar al enfrentarse a los desafíos del sector vitícola moderno.
Tras adquirir los 25 hectáreas familiares, Elodie inició su carrera vitivinícola en 2006, momento en el que comenzó a vinificar sus primeras uvas. A lo largo de los años, ha evolucionado su enfoque hacia prácticas más sostenibles, culminando en la obtención del certificado de Agricultura Biológica en 2023, un paso significativo en su compromiso con el medio ambiente.
Compromiso con la sostenibilidad y el terroir
Elodie cultiva diversas variedades de uvas, entre las que destacan el grenache, el carignan y la syrah, algunas de las cuales tienen más de cien años. Su práctica de agricultura biológica implica un enfoque meticuloso: su objetivo principal es la regeneración del suelo y la mejora de la biodiversidad en sus viñedos.
- Rasteau: Terroir con gran potencial, donde el grenache es el rey y los suelos de galets garantizan un buen drenaje.
- Roaix: Suelo más diverso, perfecto para la producción de vinos con carácter.
- Buisson: Presenta un microclima que favorece el cultivo de variedades específicas.
Este enfoque hacia el respeto por el medio ambiente, la biodiversidad y las prácticas de baja intervención en el proceso de vinificación son pilares fundamentales en la filosofía de Elodie. En sus bodegas, las fermentaciones se llevan a cabo con levaduras autóctonas, asegurando que cada vino refleje el terroir de manera pura y auténtica.
El futuro de Rasteau
Con la cosecha de 2024 a la vista, Elodie se muestra optimista, destacando que a pesar de los retos climáticos, ha logrado mantener un nivel de calidad alto en sus vinos. Su dedicación para mantener viva la tradición familiar, mientras se adapta a las exigencias contemporáneas del mercado, posiciona a Elodie Balme como una figura clave en la viticultura de Rasteau y un nombre a tener en cuenta en el futuro de los vinos del Valle del Ródano.
