Disfrutar de una deliciosa cena no sólo radica en los alimentos preparados, sino también en qué vino seleccionar para acompañar el momento. Así ocurre cuando hablamos del sabor exquisito e intenso del homard, susceptible de ser maridado con un excelente vino blanco o con un champagne de alta calidad.
El arte de preparar Homard
Para aquellos que buscan recrear una cena de alta gama, la preparación de un homard puede llevar alrededor de 20 minutos. Utilizar homards bretones de aproximadamente 800g, 150 g de beurre salé, el jugo de 2 limones, 3 cucharadas de crema espesa, unas gotas de calvados y pimienta negra del molino.
El primer paso consiste en hervir los homards en cuanto se llega del mercado, esto contribuye a que no pierdan gran parte de su humedad y a conservar su sabor. Para la preparación del beurre salé, se debe cortar la cabeza de los homards con un cuchillo large, la crema se calienta y se retira del fuego para mezclarse con el beurre de corail, se termina añadiendo el jugo de los limones.
Posteriormente, se coloca la carne de los homards sobre una bandeja para horno, sin que se superpongan y se dispone sobre ellos la mezcla preparada. Tras aproximadamente diez minutos en el horno y tras haberse rociado con el jugo sobrante, se tendrán listos si presentan un tono dorado sin ninguna parte quemada. Se recomienda servirlos de inmediato para evitar que se enfríen.
Esta cena de lujo se perfila aún más especial si se selecciona el vino adecuado. Entre los recomendados para maridar con homard se encuentran el Corton-Charlemagne, el Montrachet, el Puligny-Montrachet 1er cru, el Châteauneuf-du-Pape blanc, el Hermitage blanc y un buen Champagne grande cuvée millésimée.
El maridaje perfecto eleva la experiencia gastronómica, brindando armonía entre los sabores y creando una experiencia única. Este detalle puede marcar la diferencia entre una cena común y una verdadera sinfonía de sabores en casa.