William Downie, una figura emblemática en la viticultura australiana
William Downie es sin duda uno de los viticultores más emblemáticos que Australia ha dado al mundo de la vitivinicultura. Con una trayectoria enológica de más de 20 años, ha logrado definir un estilo único y visionario en sus vinos, y su nombre es referencia y promesa de una excelente Pinot Noir.
Downie, que se forjó en los viñedos de la región francesa de Borgoña, es originario de la región australiana de Gippsland. Durante una importante parte de su vida, se desplazó frecuentemente entre la ciudad y su hogar, pasando ante una colina que le fascinaba.
El inicio de la vid en Gippsland
Según fue aprendiendo más sobre cómo crecen las uvas, se aseguró que esa colina era perfecta para plantar un viñedo. Fue así como, junto a su esposa Rachel, decidió adquirirla, y en 2008 plantaron las primeras vides. Lamentablemente, el verano del 2009 fue particularmente seco y caluroso, y casi todas las vides murieron. Sin embargo, no se rindieron y volvieron a plantar en 2009.
Ahora, la viña de Downie se extiende sobre 2 hectáreas, con más de 10.000 vides por hectárea.
Una región desconocida pero prometedora
Gippsland es la segunda área vitivinícola en cuanto a tamaño de Australia, pero la más pequeña en cuanto a producción. Es allí donde Downie cultiva sus vinos, en unas tierras ricas en óxidos de hierro, que dan un característico color rojizo a sus suelos volcánicos, a pesar de que mucha gente en la ciudad de Melbourne ni siquiera sabe de su existencia.
Gippsland es la única región de Australia donde no se encuentra ninguna viña irrigada. Además, sus peculiares suelos arcillosos y volcánicos presentan una excelente capacidad de drenaje, algo esencial dada la alta pluviometría de la región, que alcanza los 1200 mm anuales.
Downie afirma que añadirán «se puede saborear realmente el hierro en los vinos», y subraya que se trata de una característica única de los vinos elaborados en su región.
Respeto al suelo y a la vid
A pesar de las dificultades ocasionadas por el clima y las enfermedades, Downie se ha comprometido con un enfoque de viticultura que respeta al máximo el medio ambiente. Cultiva sus vides orgánicamente y hace todo lo posible para que sus vinos sean lo más naturales posible.
Downie aspira a que sus vinos «digan la verdad» sobre el lugar del que vienen, reflejando el sabor y el carácter de la geografía particular de Gippsland en cada sorbo. Se define, pues, como un agricultor que escucha la tierra y permite que el vino sea lo que quiera ser. Aunque ello implique superar retos económicos y agrícolas, Downie está convencido de que Gippsland es el lugar perfecto para aquellos que buscan hacer vinos con un auténtico ‘sentido del lugar’.
William Downie es más que un viticultor. Es un visionario que, con pasión y determinación, ha conseguido convertir una colina en Gippsland en el origen de algunos de los vinos más apreciados de Australia. Con su ejemplo, demuestra una vez más que el vino es mucho más que una bebida: es un reflejo vivo la tierra de la que procede.