Año desafiante para la exportación de vino italiano en 2023 pero con brillos aislados
El año 2023 estuvo marcado por un descenso significativo en las importaciones de vino a nivel mundial. Sin embargo, la exportación de vino italiano experimentó un leve retroceso del -0,8% en términos de ventas totales al exterior en comparación con el año 2022, tanto en valor como en volumen. Esta disminución se notó más notablemente en los vinos tranquilos con un -3% en valor y en los mercados de América del Norte.
Regiones de exportación y despunte de los espumosos
Las tres principales regiones para la exportación de vino en términos de valor continúan siendo Veneto, Piamonte y Toscana, a pesar de un resultado menor que el año anterior. Curiosamente, dentro del top 10 de regiones exportadoras, Friuli Venezia Giulia ha ido a contracorriente con un importante crecimiento del +8,4%.
En contraposición, la exportación de espumosos ha experimentado un incremento del +3,3% en valor a pesar de la reducción en volumen del -2%.
Todo esto, es según los datos resaltados por el observatorio sobre la competitividad de las regiones del vino realizado por Nomisma Wine Monitor en colaboración con UniCredit.
Respecto a los vinos con denominación de origen protegida (DOP), los exportados principalmente fueron espumosos y vinos blancos, mientras que los vinos tintos tranquilos sufrieron reducciones. Entre los vinos blancos DOP, el aumento más relevante fue para los sicilianos (+7%), entre los espumosos, el Prosecco (+5%), mientras que entre los rojos los piemonteses limitaron las pérdidas (-1%).
Además, la encuesta realizada por el observatorio en su edición 2024, ha revelado que las regiones de vino de mayor calidad para los consumidores italianos están lideradas por Piamonte, Toscana y Veneto.
Un 2023 complejo, entre desaceleración económica y nuevas tendencias de bajo alcohol
El año 2023 para el sector del vino, ha sido marcado por una disminución en las importaciones a nivel mundial debido a factores coyunturales y estructurales. Además del overstock de compras por parte de los importadores por miedo a roturas en las cadenas de suministro y aumentos de precios, se añadieron los efectos de una desaceleración económica y una disminución en la capacidad de gasto del consumidor, presionado por fenómenos inflacionarios.
A su vez, estos impactos coyunturales hicieron más evidentes los efectos de los cambios estructurales que han venido afectando al consumo de vino: reducción de las compras de vino tinto, menor inclinación al consumo por parte de las generaciones más jóvenes, más atención al contenido de alcohol y la preferencia hacia vinos más ligeros y de menor graduación alcohólica.
Como conclusión, se destaca la fotografía que deja esta evaluación de los vinos con denominación, que representa una importante plataforma de partida para soportar a los stakeholders de las cadenas vitivinícolas regionales, como empresas, instituciones y principalmente Consorcios de Protección, en los caminos de valorización de sus vinos enfocándose en actividades de promoción y marketing.