Vistorta: arraigado en su historia, liderando el vino Merlot
Vistorta, una destacada bodega de la región friulana en Italia, es conocida por su célebre producción de Merlot, un vino con historia. Propiedad de la familia Brandolini d’Adda desde 1872, Vistorta se destaca por su extensa herencia vitivinícola, cuyo sello de identidad es su producción de Merlot de vides centenarias.
Además, su sobresaliente servicio a los visitantes incluye la degustación de viejas cosechas, todo lo cual demuestra que Vistorta es una bodega arraigada en su historia y líder en el mundo del vino. Pero ¿qué es lo que la distingue? A continuación, detallamos los aspectos que hacen a Vistorta una bodega única.
Vistorta y la esencia de su vino
El Merlot de Vistorta no es un vino cualquiera. Nacido de la visión y determinación del conde Brandino Brandolini d’Adda, se ha erigido como un emblema de la bodega y de la denominación Vistorta. Tras vivir en la región vinícola de Bordeaux, en Francia, el conde Brandino reconoció las similitudes de esa zona con su Friuli natal. Por ello, decidió salvaguardar las viejas vides de Merlot de la finca y apostar por un único vino, al estilo de los grandes chateaux franceses.
El proceso de vinificación se lleva a cabo por separado para gestionar las maceraciones en base a las características de cada uva, variando la duración e intensidad de cada remontado.
Este vino es el buque insignia de Vistorta, aunque la bodega también ha ampliado su repertorio con la introducción de variedades autóctonas como Friulano, Ribolla y Refosco, además de Pinot Grigio y Chardonnay. Pero las últimas inclusiones son Bianca y Brando, dos monovarietales (100% Friulano y 100% Merlot respectivamente) que se producen utilizando técnicas tradicionales como la maceración prolongada en las pieles y la fermentación espontánea en barriles abiertos.
La experiencia en Vistorta no solo se centra en el vino. La majestuosa villa señorial y sus edificios agrícolas datan del siglo XIX, añadiendo un halo de historia que solo puede ser apreciado en persona. Los visitantes tendrán la oportunidad de degustar cada cosecha de Merlot desde 1996, emprendiendo un incomparable viaje en el tiempo a través del sabor y la historia combinados de este venerado vino. Sin duda, una visita a Vistorta es un recorrido histórico en torno al vino más exclusivo de la región.