En el aún más caliente panorama vitivinícola de 2022, pocos destinos vitivinícolas tienen un mayor prestigio que el Domaine Egon Müller en la región de la Moselle, Alemania. El Domaine Egon Müller, que a primera vista aparece como una ilustración de postal perfecta de viñedos escalonados, es famoso por sus rieslings, producidos métodicamente y de forma tradicional a lo largo de sus 28 hectáreas.
Un vistazo a Domaine Egon Müller
La visita que hice a Egon Müller en el verano de 2022 fue una experiencia enriquecedora. El dominio en sí está rodeado de viñedos a altitudes variables y abrumadoramente pronunciadas. Incluso con solo un vistazo, uno puede imaginar la enorme cantidad de trabajo que debe requerir.
El dominio produce TODO su trabajo en los viñedos de forma manual y tiene un equipo de nueve personas trabajando en el dominio de forma permanente. Egon Müller tiene viñedos en dos crus de la Moselle: Scharzhofberg (8 hectáreas) y Wiltinger Braune Kupp (4,5 hectáreas). Intrigantemente, la edad de las vides es en su mayoría de edad avanzada y algunas parcelas aún no están injertadas, representando el respeto de la bodega por la tradición vitivinícola.
Si bien el dominio no está certificado como orgánico, sigue prácticas comparables.
Haciendo vino en Domaine Egon Müller
En cuanto a la vinificación, las fermentaciones se detienen con la adición de sulfuroso. El control constante de las temperaturas asegura que no se produzcan fermentaciones secundarias en botella.
Al probar el vino, lo que sobresale es la baja graduación alcohólica. Esto se debe al hecho de que no todo el azúcar se transforma en alcohol a través de la fermentación de la levadura. El Domaine busca una alta acidez en sus vinos para aumentar su durabilidad y frescor. Los vinos se filtran antes de embotellar para eliminar cualquier levadura restante.
Historia antigua de Egon Müller
La historia de Egon Muller es profundamente antigua, con orígenes que se remontan a cuando el dominio era un monasterio y los monjes cultivaban la vid. El dominio fue comprado por la familia Koch en el siglo XVIII y hoy en día está en manos seguras, ya que la siguiente generación continúa trabajando en él.
La tradición se refleja en las etiquetas de la bodega, que no han cambiado en más de 100 años.
Degustación del Domaine Egon Müller
Al degustar los vinos de Egon Müller, uno queda impresionado por la fineza y longevidad de los rieslings. También es notorio que los vinos no son particularmente marcadamente petroleados, una característica a la que a menudo se asocian los rieslings.
Los Spätlese de Scharzhofberg, elaborados a partir de variedades de riesling más maduras, son una delicia; y los Auslese, que son aún más dulces, son una declaración de intenciones sobre la complejidad y elegancia etérea que se puede lograr cuando se trabajan con uvas botryzised.
Egon Müller puede no ser una bodega que busque constantemente innovar, pero su compromiso con la tradición y la cra artesanal es tan evidente como impresionante. Esta visita no solo fue un gran placer, sino también un testimonio de la historia de la vinificación y su futuro prometedor.