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La influencia lunar en la biodynamia y sus implicaciones en la viticultura

Biodynamia y Calendarios Lunares: Una Explicación en Profundidad

Los calendarios lunares, cósmicos y astrales son términos frecuentes en la agricultura, pero ¿cómo se aplican estos calendarios a la biodynamia? Profundicemos un poco más en este tema.

Uno de los principios fundamentales de la biodynamia, terminología que proviene del griego y significa «fuerzas de vida», implica trabajar en consonancia con los ritmos cósmicos. Aunque científicamente, la influencia de la luna y los astros sobre las plantas todavía puede generar controversia, el uso del calendario lunar en la jardinería, agricultura y viticultura, es bastante común.

¿Cómo funciona el calendario lunar en la biodynamia?

La concepción primordial es sencilla: la luna, que provoca las mareas, también tendría un efecto, por más sutil y minúsculo que sea, pero aún así valioso, en el desarrollo de las plantas. Todos los trabajos relacionados con las plantas deben, por lo tanto, tener en cuenta este calendario.

Un ejemplo ilustrativo de este enfoque es el trabajo desarrollado por prestigiosos productores como el Domaine de la Romanée-Conti o el Château Pontet-Canet, entre otros. Estos productores utilizan el calendario lunar para programar sus labores agrícolas y conseguir así una mayor eficiencia y productividad.

El calendario permite guiar las operaciones en los viñedos durante los días y meses (plantar, podar, vendimiar, etc.), e incluso en la bodega (trasiego, embotellado, degustación). Por ejemplo, es recomendable vendimiar en días de «fruta» para estimular el carácter frutal del vino futuro, y realizar el trasiego, filtrado y embotellado durante la luna descendente para mejorar su expresión aromática.

Ritmos lunares en biodynamia

Los ritmos lunares tomados en cuenta principalmente en biodynamia son: el ritmo sinódico, el ritmo trópico y el ritmo sidéreo.

El ritmo sinódico es el más conocido, refiriéndose al ciclo de crecimiento y decrecimiento de la luna desde la nueva luna hasta la luna llena.

El ritmo trópico tiene en cuenta la variación de la distancia que separa la Luna y la Tierra a lo largo del mes. Durante la la fase ascendente de la luna, se cree que la savia de las plantas fluye con más intensidad y se produce una mayor estimulación del área de la planta que se encuentra por encima del suelo. Este sería el momento idóneo para las injertos y la recolección de frutas.

Finalmente, el ritmo sidéreo se refiere a la influencia de las constelaciones del zodiaco en las plantas a través de la posición de la Luna. El uso de estos ritmos en la biodynamia permite elaborar vinos con cierta fineza de grano y una pureza en la fruta que resultan especialmente atractivas.

Es útil recordar que estos métodos no están exentos de controversia y, aunque son objeto de estudio, todavía falta un respaldo científico sólido que los avale completamente. No obstante, el uso consciente y cuidadoso de estos ritmos lunares puede resultar beneficioso para la cultivación de plantas y la elaboración de vinos.

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