En un mundo cada vez más acelerado, donde las tendencias cambian a un ritmo vertiginoso, hay quienes apuestan por recuperar la esencia y autenticidad del pasado, adaptándolas a las exigencias del presente. Este es el caso de Celler Cairats, una bodega familiar situada en la Denominación de Origen Montsant, que ha logrado unir tradición, tecnología y sostenibilidad para crear vinos únicos, cargados de alma y personalidad.
Un sueño que comenzó hace más de una década
El origen de Celler Cairats está marcado por la búsqueda apasionada de un lugar que pudiera ofrecer las condiciones ideales para producir vinos de calidad excepcional. Tras más de diez años explorando diversas zonas vinícolas, la familia Masip encontró en Montsant el lugar perfecto para dar vida a su proyecto.
“En 2010 nos instalamos en el Montsant, donde descubrimos viñas viejas de variedades autóctonas y una maravillosa bodega construida en 1900. Este hallazgo marcó el inicio de una aventura que combina tradición y modernidad”, comenta Ramón Masip, fundador de la bodega.
Desde sus inicios, Celler Cairats ha tenido un objetivo claro: priorizar la calidad sobre la cantidad. Para ello, se ha centrado en recuperar viñas antiguas mediante prácticas vitivinícolas sostenibles que respetan el equilibrio de la planta y el medio ambiente. Todas sus viñas cuentan con certificación ecológica CCPAE, garantizando una producción respetuosa con la naturaleza.
Una conexión con el pasado
La filosofía de Celler Cairats no solo busca la excelencia vinícola, sino también honrar la herencia de sus antepasados. La familia Masip ha retomado una tradición que se había interrumpido durante una generación, devolviendo vida a las tierras que cultivaron sus abuelos. “Este proyecto es un retorno a nuestras raíces, una forma de vivir que combina la sabiduría del pasado con la tecnología del presente”, explica Ramón.
A diferencia de muchas bodegas que siguen las modas del mercado, Celler Cairats ha optado por una visión a largo plazo, apostando por vinos artesanales, auténticos y honestos. “Queremos crear vinos con alma, capaces de transmitir la esencia de un territorio con tradición vinícola milenaria”, subraya Masip.

El Montsant, un terroir privilegiado
El Montsant no es solo el hogar de Celler Cairats, sino también la fuente de su singularidad. Esta región, rodeada por sistemas montañosos que alcanzan los 800 metros de altitud, se caracteriza por pequeñas parcelas estructuradas en terrazas con muros de piedra seca. En estas tierras, los viñedos conviven en armonía con olivos, almendros y bosques mediterráneos, creando un entorno biodiverso y único.
Los viñedos de la bodega, que abarcan 6 hectáreas distribuidas en dos fincas, destacan por su suelo calcáreo pobre en materia orgánica, una característica clave para la producción de vinos de alta calidad. “Este suelo nos da rendimientos bajos, pero unos vinos frescos, elegantes y con una acidez excepcional”, detalla Ramón.
Además del suelo, el entorno natural aporta al vino una identidad única. El bosque mediterráneo que rodea los viñedos impregna las uvas con notas aromáticas de tomillo, romero y pino, mientras que las variedades autóctonas como la cariñena, garnacha tinta y garnacha blanca completan el carácter distintivo de los vinos de Celler Cairats.
Vinificación con respeto y precisión
En Celler Cairats, cada botella es el resultado de un proceso de vinificación diseñado para preservar la personalidad de la uva y el terroir. “Nuestra estrategia es de mínima intervención, buscando vinos que expresen la esencia de nuestras viñas”, explica Masip.
Para los vinos más frescos e informales, se utilizan depósitos de acero inoxidable y técnicas como el «battonage» con lías finas, mientras que los vinos más complejos se benefician de crianzas mixtas. Estas combinan depósitos de acero, barricas de roble francés y ánforas de terracota, un enfoque que equilibra modernidad y tradición. “Usamos barricas viejas o madera curada para evitar que la crianza oculte la autenticidad del vino”, añade Ramón.
Sostenibilidad como principio fundamental
El compromiso de Celler Cairats con el medio ambiente no se limita a la agricultura ecológica certificada. La bodega implementa prácticas diseñadas para conservar la biodiversidad de sus fincas y minimizar el impacto ambiental. “Trabajar de forma sostenible no es solo un objetivo, es nuestra filosofía de vida”, comenta Masip.
La biodiversidad que rodea sus viñedos, con una rica fauna y flora mediterránea, no solo enriquece el ecosistema, sino que también contribuye a la calidad de sus vinos. “La naturaleza nos devuelve mucho más de lo que le damos, y eso es algo que valoramos profundamente”, señala.
Un enfoque exclusivo en el mercado
En un sector tan competitivo, Celler Cairats ha encontrado su lugar enfocándose en la calidad y la autenticidad. Con una producción limitada de 25,000 botellas anuales y ocho referencias, la bodega se dirige a un público amante del vino que busca productos únicos y especiales.
La estrategia comercial de la bodega incluye la participación en ferias, catas en restaurantes y visitas guiadas a las fincas, una actividad que no solo promueve sus vinos, sino que también conecta emocionalmente a los consumidores con el proyecto. “Cuando el consumidor final prueba nuestros vinos, la mayoría de las veces se materializa la compra”, comenta Ramón.
Innovación y adaptación frente al cambio climático
El cambio climático es un desafío que Celler Cairats enfrenta con estrategias innovadoras. Desde la modificación de las prácticas de laboreo hasta el uso de riego por goteo para simular la pluviometría histórica, la bodega se adapta a un clima cada vez más seco y caluroso. “El riego no busca aumentar la productividad, sino mantener el estrés hídrico óptimo de las plantas”, explica Masip.
Mirando hacia el futuro
De cara al 2025, Celler Cairats tiene como objetivo seguir ampliando su presencia internacional sin comprometer la calidad. Actualmente exportan a ocho países en tres continentes, y su meta es consolidar este crecimiento de manera sostenible. “Queremos que más amantes del vino descubran nuestra pasión y se enamoren de nuestros vinos”, concluye Ramón.
Celler Cairats: donde el vino se convierte en arte
Celler Cairats no es solo una bodega, es una declaración de amor al vino, a la tierra y a las tradiciones familiares. Cada botella es un testimonio de su compromiso con la calidad, la autenticidad y la sostenibilidad. En el corazón del Montsant, esta bodega familiar ha demostrado que es posible honrar el pasado mientras se construye un futuro lleno de sabor y personalidad.