Bodegas Santalba: una historia de pasión, tradición e innovación en el corazón de Rioja Alta

Bodegas Santalba

Hablar de Bodegas Santalba es hablar de un sueño hecho realidad, de una visión que combina el respeto por la tradición con la apuesta por la innovación. Fundada en 1998 por Santiago, esta empresa familiar se ha consolidado como un referente en la elaboración de vinos de alta calidad en la prestigiosa subzona de Rioja Alta. Con más de 60 años de experiencia en el sector, Santiago comparte con nosotros la historia de la bodega, sus logros, retos y ambiciosos planes de futuro.

Un viaje que comenzó en 1964

La historia de Santiago es inseparable de la del vino de Rioja. Durante 35 años trabajó en una reconocida bodega, acumulando una experiencia invaluable en el sector. Sin embargo, en 1998, las circunstancias lo llevaron a dar un paso crucial: fundar Bodegas Santalba, un proyecto familiar que refleja su pasión y compromiso con la calidad.

“Desde el principio, nuestro objetivo fue elaborar vinos que representaran lo mejor de Rioja Alta. Queríamos mantener las tradiciones de la región, pero también incorporar innovaciones que nos permitieran destacar en un mercado tan competitivo”, afirma Santiago.

Viñedos únicos en una tierra privilegiada

Los viñedos de Bodegas Santalba son su mayor tesoro. Ubicados a una altura promedio de 480 metros en la subzona de Rioja Alta, cuentan con cepas en vaso y espaldera que producen uvas de una calidad excepcional. Las variedades predominantes son el tempranillo para los tintos y la viura para los blancos, ambas esenciales en la identidad de los vinos de Rioja.

“En Bodegas Santalba, la calidad comienza en el viñedo. Trabajamos con nuestros propios cultivos y colaboramos con viticultores locales que comparten nuestro compromiso con la excelencia. Cada uva cuenta una historia, y nosotros nos aseguramos de que esa historia se refleje en cada botella”, explica Santiago.

Innovación y tradición en cada copa

Una de las claves del éxito de Bodegas Santalba es su enfoque en la vinificación. El 98% de sus vinos se produce mediante despalillado, un método ideal para vinos de guarda, mientras que el 2% restante responde a la creciente demanda de vinos elaborados mediante maceración carbónica. Esta diversidad permite a la bodega ofrecer opciones que van desde los clásicos crianza, reserva y gran reserva, hasta vinos naturales y ecológicos.

Entre sus creaciones más destacadas están OGGA, NABOT, EL HISTORIA DE SANTALBA y AMARO, este último inspirado en la técnica del Amarone della Valpolicella, pero adaptado a las normativas de la D.O.Ca. Rioja. Además, bajo la marca QUE VIDA, han lanzado al mercado una gama innovadora que incluye un tinto de garnacha que está conquistando a expertos y aficionados.

En cuanto a los blancos, han experimentado con fermentaciones en barrica y han creado un espumoso Brut Nature Reserva que comercializan bajo la marca SANTALBA. Su oferta se complementa con blancos dulces y semidulces, demostrando una capacidad única para adaptarse a las preferencias del consumidor moderno.

Sostenibilidad: un compromiso con el futuro

Desde su fundación, Bodegas Santalba ha priorizado la sostenibilidad como un pilar fundamental de su filosofía. “Siempre hemos trabajado con un profundo respeto por el medio ambiente”, señala Santiago. Entre sus iniciativas destacan:

Además, desde 2001, gran parte de sus viñedos son ecológicos, y la bodega anima activamente a sus viticultores colaboradores a adoptar prácticas sostenibles. “Producimos vinos ecológicos y naturales, pero incluso algunos de nuestros vinos convencionales cumplen con los estándares ecológicos, aunque no lleven esa etiqueta”, comenta.

Estrategias para destacar en un mercado competitivo

Con más de 600 bodegas inscritas en la D.O.Ca. Rioja, diferenciarse es todo un desafío. Para Santiago, la respuesta está en la calidad y el servicio. “Nuestra estrategia siempre ha sido ofrecer vinos excepcionales y un servicio impecable. Esos son nuestros mayores activos”, asegura.

La bodega también ha apostado por fortalecer su red de colaboradores comerciales, tanto nacionales como internacionales, quienes representan alrededor del 70% de sus ventas. Este enfoque ha permitido a Bodegas Santalba mantener su competitividad en mercados globales.

Planes de expansión y proyectos ambiciosos

Uno de los proyectos más emocionantes de la bodega es el desarrollo de un centro enoturístico en la histórica calle de las Cuevas en Haro, el núcleo vitícola original de la región. Este ambicioso proyecto incluye calados del siglo XVII, un jardín de 1.500 metros cuadrados y otros elementos que, según Santiago, “todavía no podemos revelar para no perder el encanto”.

El proyecto, que comenzó en 2018, ha supuesto un gran esfuerzo económico y personal para la familia Ijalba, pero se espera que 2025 sea el año en que finalmente vea la luz. “Queremos crear un espacio donde la gente pueda conectar con la historia y el alma del vino de Rioja”, comenta.

Preparados para los retos del cambio climático

El cambio climático es una preocupación global, y Bodegas Santalba no es ajena a sus efectos. Desde hace años, trabajan para minimizar su impacto ambiental y adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. “La clave está en ser flexibles y estar preparados para tomar decisiones rápidas y acertadas”, señala Santiago.

Además, su apuesta por los viñedos ecológicos y la producción de vinos naturales son ejemplos de cómo están liderando el camino hacia una viticultura más sostenible.

Objetivos para 2025: mantener la excelencia

De cara a este año, la bodega tiene dos grandes objetivos: mantener su cuota de mercado, especialmente en exportaciones, y culminar el proyecto enoturístico en Haro. “Si logramos estas metas, nos sentiremos profundamente satisfechos. Nuestro mayor deseo es seguir llevando lo mejor de Rioja al mundo y compartir nuestra pasión por el vino con quienes nos rodean”, concluye Santiago.Bodegas Santalba no solo es una bodega, es un legado. Un ejemplo de cómo tradición, innovación y sostenibilidad pueden coexistir para crear algo verdaderamente especial. En cada copa, se puede sentir el alma de Rioja Alta y el compromiso de una familia que vive por y para el vino.

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