Desde el corazón del Valle de La Orotava, una joya natural en las Islas Canarias, Bodega Suertes del Marqués ha sabido labrar un camino único en el competitivo mundo del vino. Con raíces que se remontan a 1986 como viticultores y una producción consolidada desde 2006, esta bodega combina tradición, sostenibilidad e innovación en cada botella. Hoy, su historia es un ejemplo de cómo las raíces profundas y el compromiso con la tierra pueden dar frutos excepcionales.
Un viñedo irrepetible: pie franco y el Cordón Trenzado
Cuando Jonatan García, responsable de la bodega, habla de sus viñedos, lo hace con un orgullo innegable. “Todo nuestro viñedo es a pie franco debido a la ausencia de filoxera en las islas, algo que marca una diferencia radical respecto a otras regiones del mundo”, explica. Este fenómeno, único en Canarias, permite que las vides mantengan sus raíces originales, conservando una autenticidad que se traduce directamente en la calidad del vino.
Además, la bodega utiliza un sistema de conducción exclusivo del Valle de La Orotava: el Cordón Trenzado. Esta técnica tradicional no solo es estéticamente impresionante, con sus largos y elegantes trenzados, sino que también demuestra un respeto profundo por las prácticas agrícolas de la región. Según García, “es un sistema único en el mundo, y cada trenza cuenta una historia de generaciones pasadas que trabajaron la tierra con dedicación y pasión”.
En cuanto a las variedades, Suertes del Marqués no se limita a los estándares internacionales. Aquí, las uvas autóctonas son las verdaderas protagonistas: Listán Negro, Listán Blanco, Vijariego Negro, Baboso Negro y Castellana Negra, entre otras, forman un catálogo que combina tradición e innovación. “Trabajamos con unas 20 variedades en total, muchas de ellas en cantidades pequeñas, lo que nos permite experimentar y mantener viva nuestra biodiversidad”, detalla García.
Vinificación: tradición con un toque moderno
En el corazón de la bodega, el proceso de vinificación es una danza entre lo antiguo y lo moderno. Los tintos se elaboran principalmente en hormigón y con mucho racimo entero, una técnica que potencia los aromas y sabores naturales de la uva. Para los blancos, el proceso incluye fermentación y crianza en madera, lo que les otorga una complejidad excepcional.
“No buscamos atajos ni fórmulas mágicas; nuestra filosofía es prestar atención a cada detalle durante la fermentación y la crianza para evitar desviaciones que puedan comprometer la calidad”, afirma García. Este enfoque minucioso garantiza que cada botella sea un reflejo fiel del terroir único del Valle de La Orotava.
El compromiso con la sostenibilidad
En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de proteger el medio ambiente, Suertes del Marqués se ha posicionado como un referente en prácticas sostenibles. “Llevamos más de 15 años trabajando de manera ecológica, aunque nunca hemos solicitado la certificación”, comenta García. Este compromiso incluye el uso de tratamientos naturales para combatir las enfermedades de la vid y la eliminación de herbicidas, demostrando que es posible combinar calidad y respeto por la naturaleza.
La bodega también está tomando medidas para adaptarse al cambio climático, un desafío que afecta a todas las regiones vitivinícolas del mundo. “Nos hemos visto obligados a considerar la instalación de riego por goteo en las zonas más bajas y a trasladar algunos viñedos a mayores altitudes para minimizar el impacto de las altas temperaturas”, explica García. Estas acciones reflejan no solo una respuesta pragmática a los problemas actuales, sino también una visión a largo plazo para preservar el legado de la bodega.

Estrategias de mercado en un sector competitivo
En un mercado tan competitivo como el del vino, diferenciarse no es tarea fácil. Sin embargo, Suertes del Marqués tiene claro su enfoque: diversificación y autenticidad. “Nuestro objetivo es ampliar a cuantos más mercados posibles mejor. De esta forma, evitamos depender demasiado de un solo mercado y podemos afrontar crisis como guerras o impuestos al vino con mayor flexibilidad”, afirma García.
Una vez en nuevos mercados, la bodega apuesta por destacar sus características únicas: el pie franco, las variedades autóctonas y el sistema del Cordón Trenzado. Según García, “cada vez que explicamos nuestra historia y lo que nos hace diferentes, conectamos con el consumidor a un nivel más profundo”.
Un futuro arraigado en la tierra y la calidad
El futuro de Suertes del Marqués está definido por una visión clara: crecimiento sostenible y calidad constante. “Queremos seguir plantando viñedos en nuestra región, ya que en las últimas décadas hemos perdido muchas hectáreas. Recuperarlas es vital para nosotros”, asegura García. Sin embargo, este crecimiento está siempre condicionado por la capacidad de la bodega para mantener sus altos estándares.
En términos de innovación, García es categórico: “No buscamos tecnologías que nos hagan más productivos, sino que nos permitan seguir mejorando la calidad de nuestros vinos”. Este compromiso con la excelencia es lo que ha permitido a Suertes del Marqués mantenerse competitiva en el segmento premium del mercado vitivinícola.
2025: un año para consolidar y crecer
Con la mirada puesta en 2025, los objetivos de la bodega son ambiciosos pero coherentes con su filosofía. “Este año queremos trabajar intensamente en el viñedo y consolidar nuestra presencia en mercados clave que han sido irregulares en sus compras”, explica García. Este enfoque no solo refuerza su posición en el mercado, sino que también asegura que cada botella de Suertes del Marqués siga siendo un reflejo auténtico del Valle de La Orotava.
Tradición, pasión y un compromiso inquebrantable
Suertes del Marqués no es solo una bodega; es un testimonio viviente de cómo la tradición, la innovación y la sostenibilidad pueden converger para crear algo verdaderamente extraordinario. Desde sus viñedos a pie franco hasta su apuesta por las variedades autóctonas, cada aspecto de esta bodega cuenta una historia que merece ser compartida.En palabras de García: “Lo más importante para nosotros es seguir haciendo vinos que hablen de nuestra tierra y que puedan ser disfrutados en cualquier rincón del mundo”. Y con cada copa, es evidente que lo están logrando.