La Inteligencia Artificial y la sostenibilidad marcan el rumbo en la industria Horeca
El camino a seguir por el sector Horeca parece haber quedado claro en su última edición de Hospitality Innovation Planet (HIP). En este evento de reconocida trascendencia, los participantes han centrado su enfoque en dos ejes principales: la apuesta decidida por la IA (Inteligencia Artificial) y un compromiso sólido hacia una futura más sostenible.
En cuanto a la Inteligencia Artificial, se la percibe como una poderosa herramienta que tiene el potencial para transformar la industria por completo. En el ámbito Horeca, la IA podría utilizarse, por ejemplo, para automatizar procesos, mejorar la atención al cliente o optimizar la gestión de inventarios. Sin embargo, más allá de estos casos de uso obvios, el verdadero valor de la IA para la industria horeca podría estar en su capacidad para proporcionar una ventaja competitiva, apoyando la toma de decisiones estratégicas y permitiendo a las empresas innovar de formas completamente nuevas.
Por otra parte, la sostenibilidad se ha identificado no solo como un imperativo ético, sino también como una oportunidad de negocio. En este sentido, cuidar a los equipos y garantizar un futuro más sostenible no son simplemente cuestiones de responsabilidad social corporativa, sino ingredientes esenciales de un modelo de negocio competitivo en el siglo XXI.
Para lograr estos objetivos, es crucial la implantación de una serie de medidas. Entre ellas, destacan:
1. La adopción de tecnologías de Inteligencia Artificial, las cuales pueden ayudar a optimizar recursos y reducir el consumo energético.
2. La implantación de sistemas de gestión ambiental, para minimizar el impacto medioambiental de la actividad.
3. La formación y sensibilización de los empleados en materia de sostenibilidad.
4. La incorporación de criterios de eco-eficiencia en todas las decisiones de inversión y gestión.
Como conclusión, en el sector Horeca se está dando una doble apuesta: por un lado, la adopción de tecnologías de IA, y por otro, un compromiso cada vez más sólido con la sostenibilidad. Ambos son indispensables para poder avanzar con éxito en el contexto actual, donde la tecnología y la responsabilidad medioambiental resultan claves para la competitividad de las empresas.